LA INFANTA CRISTINA MUERTE DE UNA MARCA

Rosaf
14 feb 2016
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Son muchos los casos de famosos y no famosos que después de un trabajo arduo para construirse una marca, un día comienzan a abandonarse o descuidan esos valores, su imagen y se convierten ya en presuntos defraudadores, y es a partir de ese momento cuando todo se derrumba. Me gusta el paralelismo con un coche, cuantas veces hemos contemplado el deterioro de un coche aparcado en cualquier acera. Este es el caso de un BMV que permaneció en un aparcamiento posiblemente robado durante bastantes semanas, primero permaneció intacto, pero después comenzó a faltarle piezas, y cuanto más deteriorado estaba más piezas le faltaban hasta quedar en el chasis, y sin reconocer por supuesto que fue un BMV. Nos atrevemos al deterioro cuanto más desvalijado está.

Esto mismo pasa con cantidad de ejemplos, la infanta Cristina, sin ir más lejos....una mujer que cada día se desplazaba a trabajar hasta el edificio de la Caixa en la avenida Diagonal en la ciudad de Barcelona como cualquier otro ciudadano, una mujer que se hacía ver en partidos de basquet con su marido Iñaki Urdangarin en gesto de pareja feliz y que tantos y tantos ciudadanos envidiábamos, tanto es el amor que uno se tiene por el otro que han decidido irse juntos fuera de España, a Ginebra, y lo han hecho porque su REPUTACIÓN ha quedado dañada. Han dejado de actuar con conciencia en la dirección que favorezca su reputación o al menos la esperada por todos los españoles. El pasado viernes, la Audiencia de Palma ratificó la imputación de la infanta Cristina por dos delitos fiscales, lo que deja la decisión de llevar a juicio a la hermana del Rey en manos del juez instructor del caso Nóos, José Castro. Tras conocer la resolución firme de la Audiencia, los abogados de la infanta destacaron que la llamada doctrina Botín del Tribunal Supremo podría impedir que se la juzgue si solo la acusación popular mantiene cargos contra ella. Y os preguntaréis que hay de común entre la infanta y el BMV abandonado a su suerte en las calles de Santander. A mi se me ocurren estas:

1. Tenían VALOR 2. Tenían PRESTIGIO 3. Tenían REPUTACIÓN 4. Sabían ESTAR EN EL LUGAR Y MOMENTO ADECUADO 5. CONSTRUÍA UN MENSAJE 6. COMUNICABAN Y de pronto, un día descuidamos todo eso y lo que pasa a partir de ese momento es que dejan de respetarnos para pasar a ser tratados por el resto con indiferencia y en algunos casos maltratados a pesar de ser la hermana del rey y de haber de emigrar de España para no ser desguazado como el BMV abandonado a su suerte en las calles de Santander.